Los postes sin usar se puseron al final de una sección del muro fronterizo que la administración Biden impidió que se completara al sur de Arivaca.

Los escombros de la construcción del muro fronterizo quedaron en el Refugio Nacional de Vida Silvestre Buenos Aires en Arizona y otros sitios fronterizos, después de que el presidente Biden detuviera la construcción.

El Gobierno federal ha donado al menos $6 millones en materiales sobrantes del muro fronterizo a Texas, que los utilizará para el plan estatal de construir su propio muro.

Los materiales comprados con dinero de los impuestos federales fueron donados, aun cuando en su primer día en el cargo, el presidente Joe Biden dijo que no se utilizarían más dólares de los contribuyentes estadounidenses para construir un muro fronterizo.

Estos materiales hacen parte de un esfuerzo federal por limpiar un estimado de $265 millones en restos de los muros, a ser levantados de los sitios de construcción inactivos a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México. Muchos de los materiales irán a la Base de la Fuerza Aérea Davis-Monthan (D-M) en Tucsón para su procesamiento.

Luego de esto, el material será eventualmente ofrecido a agencias federales, estatales y locales, así como a organizaciones sin fines de lucro, ya sea para venta o donación, dependiendo de la entidad. La donación a Texas ha sido la más grande hasta ahora.

Durante semanas, la Agencia de Logística de Defensa de D-M ha estado recibiendo camiones llenos de materiales que habían estado apilados a lo largo de la frontera durante más de un año, incluido el desierto del sur de Arizona. Los materiales han estado allí desde que Biden terminó la construcción del muro federal de la administración Trump cuando asumió el cargo.

Según el teniente coronel Chris Mitchell, vocero del Departamento de Defensa, hasta el 4 de febrero, D-M había recibido 242 camiones y se espera que reciba hasta 950.

Los materiales están programados para ser transferidos, o ya lo están siendo, desde los sitios de construcción de barreras fronterizas en los sectores de Tucsón, Yuma y San Diego de la Patrulla Fronteriza a las agencias de Logística de Defensa en D-M y en dos sitios en California. 

Mitchell comentó que una de las agencias de California está en Barstow, y que se espera que reciba 250 camiones potenciales. La otra está en Camp Pendleton.

Entre los materiales que se están transfiriendo se encuentran 1,757 bolardos o postes de hierro para la construcción de muros que el Gobierno federal le donó a la Agencia Estatal de Propiedad Excedente de Texas (Texas State Agency for Surplus Property), dijo Mitchell.

En diciembre, el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, inauguró la construcción del muro fronterizo de Texas en la ciudad de Río Grande.

El 10 de febrero, la Comisión de Instalaciones de Texas –que dirige la agencia de propiedad excedente y supervisa el proyecto del muro fronterizo estatal–, anunció que había recibido los paneles fronterizos federales prefabricados.

Los postes están valorados en $6 millones “durante la fase de donación”, dijo Mitchell.

El Gobierno no dijo cuánto valían los paneles cuando se compraron, pero los proyectos de muros, que varían mucho a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México, costaron alrededor de $8.2 millones por milla en el extremo inferior.

Un artículo publicado en el medio The Atlantic estimó el costo de los postes en alrededor de $9,000 cada uno, lo que significaría que la donación a Texas alcanzaría casi los $16 millones.

Muchos de los postes de acero están llenos de hormigón y barras de refuerzo, lo que podría complicar el reciclaje del acero y reducir su valor, según dicho artículo. Si bien el proceso está apenas comenzando, el Gobierno no ha encontrado problemas en el relleno de los postes con concreto, dijo Mitchell.

El costo de los proyectos de muros federales pasó de alrededor de $8.2 millones por milla en el sector de El Paso, en Texas, a $49 millones por milla cerca de El Centro, California, según un análisis del Arizona Daily Star a partir de los datos del Ejército (Army Corps).

La variación de costos se debe a las diferentes condiciones del terreno –desafiante en algunas partes–, así como al hecho de que las características en los diferentes proyectos variaron, como la altura del muro o el tipo de sistemas de seguridad.

Cuando se detuvo la construcción, el día que Biden asumió el cargo, todo lo que ya se había comprado y estaba en el lugar se quedó allí, dijo Jay Field, vocero del Cuerpo de Ingenieros del Ejército. Los materiales se compilaron en varios sitios junto al muro, incluso cerca del Cañón de Guadalupe y Sasabe en Arizona.

Cuando se preguntó en numerosas ocasiones por detalles sobre la protección de los materiales, el Departamento de Defensa solo informó que estos materiales están bajo el control del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, el contratista de muchos proyectos de barreras fronterizas, y que estaban “adecuadamente almacenados y asegurados”. Sin embargo, en algunos de estos sitios, cualquier persona podía caminar hasta ellos, pues estaban en el desierto sin señales de seguridad o refugio.

Los materiales incluyen tubos de PVC, cables de fibra óptica, suministros eléctricos, cámaras de seguridad, postes y mallas de acero, barras de refuerzo de acero, postes de luz, entre otros.

Actualmente se está coordinando la transferencia de materiales desde los 22 proyectos de construcción del muro fronterizo que fueron financiados por el Departamento de Defensa, quien recibió la mayoría de los fondos para constuir el muro. Los sitios se extienden a lo largo de los cuatro estados fronterizos, incluidos los sectores de San Diego, El Centro, Yuma, Tucsón, El Paso y Del Río.

Cuando Biden detuvo la construcción, ninguno de estos 22 proyectos se había completado. Pero en 14 de ellos, los contratistas habían terminado de instalar los postes, según datos proporcionados por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército.

Los contratistas se enfocaron primero en instalarlos y enseguida se dedicaron a pavimentar caminos e instalar sistemas de iluminación y seguridad, dijo Field.

De los 11 proyectos en Arizona, solo tres se detuvieron antes de que se completara la instalación de los postes en el sector de Tucsón, cerca de las ciudades fronterizas de Sasabe y Naco, así como en el sector de Yuma, al oeste.

Los proyectos sin concluir en la frontera del sector de Tucsón fueron algunos de los más costosos del país, con un valor de entre $27.3 millones y $30 millones por milla, según el análisis de los datos del Cuerpo de Ejército.

Además de los primeros lugares adonde se han llevado, incluido Davis-Monthan, las agencias federales y las instalaciones militares identificadas para recibir los materiales incluyen la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) Fort Huachuca y la Base de la Fuerza Aérea Luke, dijo Mitchell.

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza no especificó qué materiales está recibiendo, pero dijo que se utilizarían en la remediación del muro fronterizo.

El Departamento de Seguridad Nacional anunció en diciembre que comenzaría este proceso en los próximos meses, lo que podría incluir la adición de nuevas barreras para llenar pequeños huecos en el muro, la instalación de pequeños pasajes para la vida silvestre y cercas y guardias para el ganado, control de erosión, trabajo en caminos de acceso, terminación o reparación de drenaje, entre otras acciones.

Fort Huachuca envió miembros del equipo a la frontera para reunirse con funcionarios de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza para identificar algunos materiales que podrían usarse, dijo la vocera Tanja Linton, y agregó que es muy pronto para proporcionar más detalles.

Las otras agencias identificadas para recibir materiales –FEMA y la Base de la Fuerza Aérea Luke–, no respondieron a las consultas sobre lo que estaban recibiendo o cómo se usaría. El Departamento de Defensa tampoco lo hizo.

Antes de ofrecerles los materiales a otras agencias federales, el Gobierno les pidió a los contratistas que se pusieran en contacto con las empresas a las que se les compraron materiales para considerar la posibilidad de devolverlos a cambio de un crédito, dijo Field. Algunos de ellos pudieron ser devueltos, incluidos materiales eléctricos, protectores de fibra y materiales de soldadura.

En caso de no ser posible, el gobierno intentará dárselo a otras agencias federales; por ejemplo, una base podría necesitar cimientos de roca para un proyecto de construcción o cámaras para actualizar su sistema de seguridad, dijo Field.

Las agencias del Departamento de Defensa son las primeras en seleccionar los materiales, seguidas de los programas especiales de este departamento, que incluyen agencias de aplicación de la ley, bomberos estatales, el programa federal Computers For Learning que proporciona computadoras a las escuelas K-12, o clientes del programa gubernamental Foreign Military Sales, el cual transfiere artículos, servicios y capacitación de defensa a socios y organizaciones internacionales, dijo Mitchell, del Departamento de Defensa.

Luego, la Administración de Servicios Generales tomará el control de los materiales sobrantes y todas las agencias federales podrán solicitarlos. Después de ello comenzará la “etapa de donación”, en la que la propiedad excedente será donada a entidades no federales, que incluyen agencias gubernamentales estatales y locales elegibles, así como organizaciones sin fines de lucro.

Después de eso, cualquier propiedad restante se pondrá a disposición de todos los clientes durante dos días y se distribuirán según el orden de llegada.

Por último, si nadie está interesado en algunos materiales, éstos ​​podrían ser destruidos o desechados.

Contacta a la reportera Danyelle Khmara en dkhmara@tucson.com, en el 520-573-4223 o vía Twitter en @DanyelleKhmara. Traducción: Claudia Bungard

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Danyelle Khmara covers the U.S.-Mexico border and immigration. She joined the Star in 2018 and covered K12 education for two years. Danyelle has won statewide awards for her investigative, watchdog and enterprise reporting.

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